Entrevista a Terry Gilliam: Estreno de TIDELAND!

El cineasta Terry Gilliam estrena este fin de semana en España "Tideland", una de sus películas más personales y minoritarias en la que plasma en clave de fábula su visión del mundo infantil.

“Mudarme a Nueva York, mudarme luego a Londres y renunciar a mi nacionalidad estadounidense. No había ninguna garantía de que estas tres cosas salieran bien”, dice Terry Gilliam riendo cuando se le pregunta por las locuras de su vida. Para el que en su día fue el único miembro estadounidense del sexteto humorístico británico Monty Python, los locos y los deficientes “dan una visión alternativa del mundo. Tengan o no razón, es otra perspectiva”. Por eso, “los locos son sabios” y comparten con los niños la capacidad de “ver el mundo con los ojos muy abiertos”.
Gilliam estuvo ayer en Madrid para promocionar Tideland, película que llega a las carteleras dos años después de su polémica presentación en el Festival de San Sebastián. Tideland es una fantasía que una niña de nueve años construye sobre unos cimientos un tanto inquietantes. A saber, sus padres son yonquis y ella misma les prepara sus dosis de heroína. A la muerte de ambos, ella se encuentra sola en una casa de campo con la única vecindad de un deficiente mental y una mujer desesperada por conservar a sus seres queridos hasta el extremo de la taxidermia.
Basada en la novela homónima de Mitch Cullin, la película es una “visión fresca” de cómo una niña reinterpreta situaciones difíciles y sobrevive. Según Terry, ésta es su película “más realista”
pero como “hoy en día nadie entiende la realidad hay que disfrazarla de fantasía”. También asegura que, pese a la crudeza de los hechos, “hay mucha comedia” y que su intención es que provoque “una reacción” en el espectador, la que sea, e incluso mutable en distintos visionados:
“He mostrado esta película a niños y no les afecta. Son los adultos los que deben ser protegidos”.
Gilliam dice que insiste en hacer películas, quizás a veces incomprendidas, por el gusto de explorar ideas difíciles de plasmar en cine y comprobar si se puede salir con la suya, por ese lado infantil que aún conserva, porque es “un poco estúpido” y porque sigue siendo lo mejor que puede hacer.Entrevista públicada el dia 6 - junio - 2007 en el diario METRO.